1. En el momento en que la idea de dinero cruza la mente del artista, su espíritu artístico es devorado por la quimera más ominosa de las quimeras ominosas: la avaricia.
2. Error popular común: el más ciego no es aquel que ama, sino aquel que fue consumido por el odio.
3. La mayoría de los «humanitarios» desaparecerían si pudiesen ver quién tira de los hilos suyos y de quienes pretenden ayudar.
4. La atribución de absurdo suele ser una excelente excusa para no pensar.